Pronto se convirtió en el modista de la clase alta europea e incluso trasladó su talento a los Estados Unidos, donde vistió igualmente a las mujeres adineradas, camisetas futbol baratas como Consuelo Vanderbilt y Caroline Astor. La camiseta se volvió ‘campeona’ y desde entonces su diseño, como concepto, ha permanecido inalterable, con leves retoques para adaptarlo a las épocas.