Quedaban dentro once pasajeros, pero la dirección no respondió, y a pesar de los esfuerzos del conductor, el vehículo terminó cayendo al Guadalquivir. En el plano deportivo, el once tipo de aquella campaña era el mismo que había logrado el ascenso la campaña anterior. Era la última jornada de Liga, y la ciudad se había volcado para apoyar a su equipo en el decisivo partido para salvar la categoría ante el Levante.