El primer equipo femenino milita en la Primera Nacional, tercera categoría del fútbol femenino español. El primer equipo masculino milita en la Primera Federación, tercer escalón del fútbol a nivel estatal. El problema de fondo era la imposibilidad de competir con las ofertas que otros equipos hacían a los jugadores de mayor nivel lo que traía consigo la marcha de éstos y en consecuencia la pérdida de poder competitivo.