Tras una reunión de la Fundación VCF, su presidente Aurelio Martínez declaró que solo era necesario que Lim recibiera dichas garantías de Bankia para convocar al patronato de la Fundación y aprobar definitivamente el contrato de compraventa de las acciones. El magnate aceptaba seguir con la compra del club a cambio de recibir por escrito unas garantías de Bankia y de la Generalidad Valenciana en las que le aseguraran no más requerimientos futuros, ni económicos ni judiciales, por el tema Newcoval contra su persona.