Hábil para el marketing, sabía vislumbrar las necesidades de sus clientas, a las que atendía en todos los aspectos, desde los vestidos hasta los complementos, perfumes y cosméticos. Los incas desarrollaron notablemente las técnicas de hilado y tejido, pero no así la confección de prendas, por lo que solían vestirse con las telas tal cual salían de los telares, a lo sumo con unas costuras o unos alfileres.