Tras una temporada de altos y bajos a cargo de Diego Martínez, Osasuna no consiguió su objetivo central de la temporada, el ascenso directo, ni siquiera la entrada en las posiciones de play-off que permitirían al cuadro navarro luchar por el ascenso de manera algo más indirecta. Este simbolismo fue excelentemente tratado por Botticelli en sus dos principales obras: La primavera (1481-1482) y El nacimiento de Venus (1484). Para ello se inspiró en los pocos restos de obras clásicas que tenía a su alcance, algunos sarcófagos, joyas, relieves, cerámicas y dibujos, y creó un arquetipo de belleza que sería identificado como el ideal clásico de belleza desde el Renacimiento.