En 1980, pocos años después de que Sabadíe creara el Txuri-urdin, Imanol Urbieta, que amenizaba el ambiente de Atocha con la banda de Txistularis Txikis, dio melodía a unos versos de Xabier Amuriza creando otro himno para el club, el conocido como Bat, bi, hiru, lau (Uno, dos, tres, cuatro) que aunque se convirtió en muy popular, no llegó a desbancar al Txuri-urdin que ya para entonces se encontraba consolidado como himno oficial del club.